Perfume del recuerdo

Ha olido todos los perfumes que guardan su recuerdo, los instantes que almacenan su memoria, la brisa que aún da vida a su melancolía.

Ha recorrido todos los caminos para hallarse ahí, al borde del precipicio, deseando que su voz le despierte de un sueño marchito.

Pero su voz no llega, no llegan sus abrazos ni sus buenos días, ni siquiera vuelven las sábanas arrugadas tras sus pies, desechadas como su corazón se siente ahora.

Se ha cansado de buscarle en las fotografías, de sorprenderse hablándole sola a la luna, como si ella fuese capaz de responder sus lamentos, como si la soledad fuese más llevadera bajo su manto.

A veces se pregunta dónde estará, si se han cruzado sus palabras en la eternidad de los pensamientos, si él también la visita en sueños o si le atormenta el futuro que ya no será para ellos.

A veces se pregunta por qué las despedidas son tan amargas, por qué los meses pasan en el calendario, pero no en su corazón. Por qué el tiempo es un látigo constante que le recuerda que cada segundo sin él le separa aún más de lo que un día fue el amor de su vida.

Quizás algún día pueda mirar atrás y sonreír, atesorar los buenos momentos y seguir caminando hacia la luz. Quizás un día se lo digas tú.