¿Autopublicar o publicar con una editorial tradicional? Es uno de los correos electrónicos que más recibo y una de las dudas que más tienen los escritores noveles que no saben qué hacer con su obra.
Hasta ahora, yo tenía una visión sesgada porque sólo había probado una de las dos opciones. Hablaba del tema en esta entrada de 2013.: ha llovido mucho desde entonces y hoy en día es mucho más difícil autopublicar que entonces, ya que la competencia es feroz.
Siempre digo que para autopublicar hay que tener muchos conocimientos de marketing digital y es muy habitual que el que se enfrenta a ello por primera vez no sepa bien por dónde empezar.
¿Autopublicar o publicar con editorial tradicional?
Los que me seguís desde hace tiempo en el blog sabéis que siempre he autopublicado y nunca había seguido el camino tradicional.
En 2013 autopubliqué mi primera novela, Detrás de un espejismo, el mismo año en el que comencé a escribir en este blog. Daba consejos sobre los obstáculos que me estaba encontrando y daba mi opinión para optimizar la promoción y marketing de tu libro en Amazon.
En 2014 autopubliqué mi segunda novela, Cántame al oído, que ganó un concurso de Amazon. Siguió la misma estela que la primera: en menos de 24 horas estaba en el top 100 y me dio muchas alegrías.
Pero yo siempre he tenido una relación muy especial con la poesía. Siempre he plasmado mis versos en un cuaderno en blanco, pero nunca me atrevía a compartirlos. Lo comencé a hacer en Instagram y los buenos resultados me animaron a autopublicar mi primer poemario, El carmín de los silencios, en 2016.
También funcionó muy bien, aunque en este caso funcionó aún mejor en papel, lo que me hizo pensar que quizás con una buena distribución podría llegar a más lectores. Y, por primera vez, me interesé por la publicación tradicional.
Cuando digo que me interesé por primera vez es que siempre había valorado los pros y los contras y nunca me había lanzado a la aventura. Me sentía como pez en el agua con la autopublicación.
Yo he estudiado Publicidad y Marketing y cuando lancé mi primera novela fue con el objetivo de experimentar y ver si podía aplicar todo lo que había estudiado a mi gran pasión desde niña. Los buenos resultados hicieron que siguiese por ese camino, ya que me gustaba tener la libertad de hacer lo que quisiese con mis libros.
Ventajas y desventajas de autopublicar
¿Qué pros y contras tiene esto? No todo es blanco y negro y a cada persona le vendrá mejor una fórmula u otra.
Las principales ventajas de autopublicar son que tú te llevas el 70% de las royalties (en el caso de Amazon), algo muy alejado de lo que te llevarías en una editorial tradicional (5-15%, depende del contrato).
Eso sí, la competencia es feroz y si no sabes alimentar bien tu presencia digital o no eres experto en marketing digital, tu libro probablemente muera en un mar de libros en el que nunca pudo destacar.
Al ser tú el único que tiene los derechos de tu libro, tienes total libertad de hacer lo que quieras con él: elegir la portada, el título, todo su contenido, hacer promociones gratuitas o descuentos, cambiar la sinopsis cuando quieras, realizar toda la promoción íntegra (en redes sociales, por ejemplo, con influencers o pagando campañas de pago).
¿La desventaja? Esto puede ser un punto a tu favor (si sabes dominar todas estas ramas) o un gran impedimento para tu libro. Si no sabes de diseño gráfico, por ejemplo, probablemente la portada que elijas no sea atractiva (incluso contratando a un profesional, tú no tienes la experiencia editorial que los profesionales del sector sí tienen).
En mi caso, al gustarme los retos (me encanta aprender cada día del mundo de la autopublicación y probar cosas nuevas) las desventajas eran un reto que me encantaba superar. Pero ya estaba demasiado cómoda y necesitaba salir de mi zona de confort.
Hace tiempo me contactó la agencia literaria Editabundo para representarme y pensé «¡Esto era lo que necesitaba!».
Ellos son los que han conseguido que mi nuevo poemario, Llueve Tinta, sea publicado por la editorial Cuadernos del Laberinto.
Esto me da una ventaja que nunca he tenido antes: la distribución en papel de mi libro en las principales librerías. Me hacía muchísima ilusión y verlo ha sido un sueño hecho realidad.
Ellos son expertos en ese mundo de papel que yo no domino tanto (ya que yo sé mucho más de los libros digitales o eBooks) y en realizar eventos o promociones a los que nunca he tenido acceso, como acudir a la Feria del Libro de Madrid (os iré dando detalles concretos cuando se acerque la fecha).
Aún es pronto para sacar conclusiones, ya que el poemario ha salido a la venta el pasado 7 de junio, pero ahora sí que puedo dar mi visión de los dos mundos. Muchas veces me escribíais preguntándome mi opinión acerca de autopublicar o buscar el camino tradicional y yo siempre tenía una visión sesgada porque nunca había probado la otra opción.
Os iré contando más detalles y conclusiones porque, como ya he dicho antes, aún es pronto. Pero me estoy quedando con lecciones muy valiosas que espero compartir muy pronto con vosotros.
Ayer lancé un concurso (que finaliza el 4 de julio) para llevarte un ejemplar dedicado de mi nuevo poemario.
Además, mi primer poemario está gratis en Amazon hasta el próximo 30 de junio.
¿Has probado publicar con editorial? ¿Te sientes más cómodo autopublicando? ¿Aún no sabes qué hacer? ¡Cuéntame!
Muchas gracias por este consejo. La verdad es que ayuda en el difícil camino de la vocación literaria. Me encanta tu blog.
No contrates con la editorial Punto Rojo
No te recomiendo tratar con esta editorial. Yo les realicé un ingreso de 370€ para publicar libros y no solo no los han sacado, sino que no me han devuelto el dinero, me han bloqueado y no contestan. Tampoco me han contestado tras enviar una reclamación y tras acudir por Consumo. Aún tengo todos los recibos y los mensajes. Encima por teléfono me trataron fatal e incluso utilizaron comentarios humillantes para mi y para mi novia. No os recomiendo en absoluto tatar con ellos y si alguien quiere las pruebas, puede escribirme y se las mando. Es tal la impotencia que tengo de no poder recurrir a los tribunales, que tan solo quiero advertir a otra gente que se lo piense antes de contratar con ellos. Un saludo.