El otro día le enseñé las pruebas de la portada de mi primer libro a un conocido y me dijo «¿Vas a usar tus dos apellidos? ¿Por qué?».
Nunca me lo había planteado seriamente y me hizo reflexionar sobre el tema. ¿Qué es mejor, usar un único apellido o los dos? ¿De verdad el nombre del autor puede influir en la percepción del lector?
En mi opinión personal, el nombre es lo de menos para un lector. Un lector va buscando una historia que le convezca, una narración que le atrape, un estilo único y unas situaciones con las que se sienta identificado. Le da igual que se llame María o José, que ponga un apellido o los dos.
Entonces, ¿por qué sí que parece tener importancia para los autores? Numerosos escritores han usado seudónimos para publicar, aunque en la mayoría mujeres que utilizaban seudónimos de hombres porque en esa época sí influía. Pero incluso hoy los seudónimos están a la orden del día, son muchos los autores que deciden emplearlos. ¿Por qué? ¿No quieren que su imagen personal se relacione con su obra?
Considero que elegir el nombre de autor es importante porque forma parte de la marca personal. Desde el momento que la adoptas no hay marcha atrás. Por eso me han preguntado: «¿Por qué dos apellidos si en tu web sólo tienes uno?». En su momento lo elegí porque es más rápido y fácil de memorizar y nadie quiere url largas que no va a recordar después. Sin embargo, usar dos apellidos en vez de uno podría romper con la marca personal que he creado. Sin embargo, nunca he dudado en poner los dos apellidos. Cuando soñaba de niña en publicar una historia mi nombre completo aparecía en la portada.
¿Quizás me estoy equivocando? ¿El nombre influye más de lo que parece? ¿Cuáles son vuestras opiniones al respecto?
Personalmente no creo que el poner nombre y apellidos sea una equivocación, lo que si se puede es jugar con ellos -(depende de cuales tengamos)- para darle quizás más fuerza o énfasis. Al final todo depende del gusto del autor.
Mi ejemplo: Felipe José Piñeiro García, en cambio mis libros van firmados siempre como Felipe J. Piñeiro García, si aún quisiera acortarlo y hacerlo más «atractivo», usaría Felipe J. García.
Como podréis observar de los dos apellidos anularía el más complejo de recordar. Mientras que con mi nombre compuesto al poner Felipe J. le otorgo mayor fuerza y dinamismo.
Creo que con este ejemplo se habrá entendido lo que quiero decir.
Gran trabajo Nerea el que realizas en el blog, un beso
Gracias por los consejos, son de gran utilidad 🙂
Muchísimas gracias por tus buenas palabras, da gusto que haya gente que valore tu trabajo. Un beso.
Buenos días Felipe, mi apellido contiene una eñe igual que el tuyo y esto es lo que me ha llevado a plantearme si ponerlo en cualquiera de mis trabajos u omitirlo ya que finalmente en urls solamente permiten el uso de la letra n y esto finalmente cambia el nombre completamente. Me gustaría saber cual es tu punto de vista respecto a este tema.
Sinceramente no creo que el nombre pueda influir, yo tengo publicadas dos novelas con mi nombre (El rudio en Lulú y La guardiana del manuscrito con Mundos Épicos). Sin embargo, mis novelas románticas han sido publicadas bajo seudónimo por mandato de la editorial para ocultar que es un hombre el que escribe esas historias. para mujeres. Asi que muchas veces no te queda más remedio que poner un seudónimo.
Enhorabuena por tu blog, y gracias por hacernos partícipes de todos estos pequeños detalles tan importantes para un escritor.
Muchísimas gracias por tu aportación, siempre es interesante tener varios puntos de vista. Es curioso lo que comenta, porque antes eran las mujeres las que tenían que recurrir a los seudónimos y ahora hay más de un hombre que tiene que recurrir a ello en novelas dirigidas a mujeres. Muy curioso.
Muchísimas gracias por tus palabras, yo no soy ninguna experta, ni mucho menos, de hecho muy pronto (acabo de terminar la portada) tendré publicada mi primera novela en Amazon, pero precisamente en esa labor tan complicada es cuando me puse a indagar en Internet y me di cuenta de que no hay tantos recursos para escritores en la web y que hay veces que el simple debate con otros escritores, que han compartido tus mismas dudas, puede enriquecerte mucho.
En mi caso, como llevo un simple López de primer apellido, no lo he dudado nunca: los dos. 😛
En tu caso, creo que Nerea Nieto suena bien, es corto, original y fácil de recordar. Como bien dices, funciona para la url y seguramente también como «nombre de autora».
Como bien dices, lo que le importa al lector es el libro. El título es mucho más importante. Si es fácil de recordar, el nombre del autor es secundario. Y ya cuando el libro empieza a tener éxito, el nombre del autor acaba calando, sea corto, largo, sencillo o enrevesado.
Así que si en el libro quieres poner ambos apellidos, podrías y no tendría por qué afectar. Vamos, al menos eso creo.
Ya nos contarás qué decides al final. 🙂
Muchas gracias por tus consejos, los agradezco mucho. Mi segundo apellido tampoco es muy largo y no creo que afectase tanto, pero hay cosas que empiezas a plantearte en la recta final de publicación que pensabas que estaban muy claras, como el nombre. Desde pequeña no he visto otro nombre en la portada del libro, es curioso.
definitivamente es una forma de branding, o de identificarse del resto del mundo, es lo primero que salta cuando hablamos de la persona.
En mi caso personal, estoy publicando mi primer libro con seudónimo pues tiene temas delicados de indole jurídico. Es una autobiografía llena de traiciones, fraudes, y en la misión de búsqueda de salvar a la empresa y de paso a las relaciones de la familia, encontré otra cosa mucho mas valiosa. entonces también tiene un tema de superación personal muy fuerte.
supongo que efectivamente tendré que vivir mi vida de autor como avatar alterno. no tengo objeción.
Todo depende de cada uno, claro. En mi caso personal, creo que no lo disfrutaría tanto como avatar alterno, pero lo importante es que tú sabes quién está detrás de todo eso y también es interesante crear un avatar 😉
En mi humilde opinión, el nombre del autor –así como el título de un libro, la portada, etc.– puede ser importante, si bien no trascendente, pues considero que lo realmente relevante es el contenido del mismo. Ninguno de dichos elementos por sí mismos hacen que un libro tenga mayor o menor éxito.
Yo utilizo el pseudónimo: donpepe (con minúsculas), que forma parte de la historia de mi libro (y de mi propia vida), y es el nombre por el que soy conocido por miles de personas.
Por supuesto, el contenido es primordial, pero hay infinidad de detalles que deben ser muy mimados también. Hasta ahora no me había preocupado de este aspecto, pero reconozco que tiene más fuerza de la que creía. Sin embargo, creo que seguiré mi pensamiento inicial y usaré los dos apellidos.
Me ha llamado mucho la atención este artículo porque estoy en exactamente el mismo problema.
Desde pequeña me vi publicando con mi primer apellido, pero tengo un problema: ¡mi papá no está! ¿Por qué usar un apellido de alguien que jamás estuvo para mí? Amo a mi madre y quiero usar su apellido (o los dos), pero no me siento realmente bien porque es un cambio nuevo para mí. No tengo idea que hacer, sobre todo porque me encanta la historia del apellido de mi padre y siento que es algo que va muy bien con mis obras y mi personalidad.
Todo un dilema para mí.
Creo que un nombre completo es una declaración de intenciones para bien y para mal. Yo, personalmente, durante un tiempo usé seudónimo para todo lo que escribía por un exceso de celo hacia la privacidad, tontería de la que me voy desprendiendo lentamente. Ahora, puede parecer una gilipollez, pero no me apetece excluir a ningún progenitor. Tiquismiquis que es uno.
Pero, como se dice, el peor enemigo del escritor es el anonimato.
Interesante perspectiva. La verdad es que yo he sido siempre celosa de mi privacidad con mis poesías sobre todo, pero ahora me voy quitando un poco la «timidez» y me estoy atreviendo a firmar con mi nombre. Este blog es un ejemplo: que sea el subdominio de mi web personal ya hace que se me reconozca. Pero considero que es parte de mi marca personal y no hay nada de malo en ello. Hay gente que ni sabe que escribo porque lo he tenido muy oculto en mi vida, ya es hora de que se enteren 😉
Tu blog es una maravilla. Lo encuentro directo y con un contenido muy dinámico además de entretenido. Me gusta.
Respecto a este tema creo que el contenido tiene más relevancia que el continente, en un principio, pero una vez lo de adentro te atrapa necesitas ponerle nombre, rostro e incluso voz a quien te ha llevado de la mano con cada letra y cada página. Siempre que escribo utilizo mi nombre con el primer apellido entero (Arrecife ciudad de relatos, Me sentaré a esperarte, columnas periodísticas…) Pepa González. Cuando fotografía en cambio soy PepaGlez. Decidí hace mucho que Mª José sólo quería que constara para documentación oficial, la de ocho horas de jornadas de trabajo. La libre, la que se sienta a teclear o la que toma la Canon para atrapar retratos, es otra. Es Pepa. Pero con el matiz: si teclea es González – apellido de padre, un grandísimo lector. Si fotografío es Glez, el rápido, el de la prontitud, el impaciente. Es curioso, creo que es la primera vez que analizo el tema apellidos en mis obras. Gracias también por llevarme a esta nueva puerta de auto-observación. Saludos desde Lanzarote.
Muchísimas gracias por tus amables palabras, me reconforta mucho recibir comentarios positivos y más cuando el blog apenas tiene más de una semana de vida. Gracias por tu aportación, la he encontrado muy interesante. Es curioso que dependiendo de la rama artística cambies el nombre, muy curioso. Me ha gustado tu explicación y creo que tienes mucha razón. Lo que importa es el contenido, pero tampoco hay que descuidar el continente.
No comentaré el hecho de poner un apellido o dos, porque no me dedico a escribir y no sé realmente lo que puede pensar una persona a la hora de elegir si una opción u otra.
Sólo diré, como documentalista que soy, que si usáis un nombre para algo en concreto (Ej, publicar libros, artículos, etc) y queráis que se os asocie en plan: este escribió todos estos artículos. Pongáis siempre el mismo nombre, es decir, si la primera vez lo hacéis con un apellido solo, que sea siempre así. No sabéis lo que marea después querer buscar la bibliografía de un autor y que cada vez aparezca con unas siglas diferentes, o que los apellidos varíen y no saber si estás leyendo artículos de una misma persona o de varias a la vez pero que se llaman igual.
Hola a todos. Yo no he publicado nada, pero sí escribo. Respecto al nombre yo he jugado con mis dos apellidos. Me llamo Alexandra Gómez Aragüez, y después de algunas combinaciones, me salió Alexandra Gomara. No sé si lo véis jeje Gom-> Gómez; ara-> Aragüez. Me gustó mucho y así me quedé. Un saludo a todos.
Me gusta mucho la combinación de apellidos que has hecho, muy original 🙂
Me encantaría poder escribir mis dos apellidos, pero son excesivamente largos ( Pinilla pasa, pero el segundo está compuesto por otros dos y es un jaleo ) así que firmo como Lydia Pinilla. También pensé escribir como Lydia M. Pinilla, pero jamás me han nombrado por mi segundo nombre… En fin, lo que está claro es que una vez lo tienes mejor no lo cambies, que es tu símbolo.
Gran post.
Besos^^
Totalmente de acuerdo con esa última frase. Una vez decidido, no hay vuelta atrás: es tu sello personal. Yo siempre me había imaginado a mí misma publicando con mis dos apellidos, pero al haber creado mi plataforma personal con mi primer apellido únicamente, a final consideré que sería confuso utilizar los dos.
Yo creo que usar un seudónimo puede ser por vergüenza, por miedo al rechazo, a las críticas.
A veces es así, sí.
Hoy en día todo es marketing, el nombre del autor, la portada correcta, el titulo de la obra. Son tan importantes, que determinan el éxito a fracaso de un libro. Trabajo en el mundo del MKT y publicidad, y objetivamente te recomiendo «Narea Nieto», Detrás de un nombre hay siempre una historia. y el tuyo logra ese objetivo, Debes potenciar tu marca pensando que los consumidores siempre buscan originalidad. y Felicitaciones por tu Web.
@Arenas_Raul
Muchas gracias por tu consejo, al final ese nombre fue por el que me decanté. Un saludo.
En mi opinión, creo que la genete suele utilizar nombres ajenos al propio al escribir novelas por el hecho de que no pegue con la historia que has hecho (o lacónicamente, porque no te guste). Porque si poir ejemplo has escrito una novela medieval, no pegaría mucho llamarse layla o mayra. me encanta la página!
Bueno, los seudónimos han sido muy populares entre los escritores, es cierto, pero creo que predominan los nombres verdaderos (no sé si me equivoco o no).
Creo que en este caso Nerea Nieto, por ejemplo, muchos te conocemos de las redes porque hemos acudido a tu blog buscando sabio consejo Por lo que ya te conocemos y te buscaríamos por este nombre. Además es corto y fácil de recordar algo que siempre ayuda.
Por otro lado, en estos casos, mejor hacer lo que nos salga del corazón, o de la razón, como quieras definirlo, al igual que cuando escribimos. A veces no sabemos por qué una historia va por este u otro camino pero así nos sale, podemos darle una oportunidad a la intuición aunque podamos aplicarla a pocos aspectos de nuestra vida jejeje
Saludos
La Verdad no se si influya o no, yo cuando leo un libro sólo le presto atención al nombre del autor al final, y si el libro me encantó si le paro un poco mas al principio.
Yo aun no he escrito un libro, pero si he pensado en que nombre podría usar y sé que mi nombre sí o sí tiene que estar, hasta ahora el que más me gusta es: Anna L. Jiménez, que sería mi nombre y apellido original, solo que la «L» es mas de adorno (mi segundo nombre es Gabriela) sería mas por un nombre que me encanta que es «Luna» pero no sé si tenga relevancia a la final o no.
Hola a todos, agradezco sinceramente por todo comentario vertido en el tema en cuestión!
Especialmente a ti Nerea Nieto por traer a colación una preocupante, simple; pero profunda.
Me debatía en la discordia unos instantes pasados, pero ya no tengo dudas.
Recién he concluido mi primer trabajo Literario y en el espacio de su autoría irán plasmados mis dos nombres con mis dos apellidos.
Gracias una vez más.
Saludos.