Para aquellos escritores que queremos vender nuestros libros, la falta de información acerca de lo que funciona y lo que no puede ser un problema. Pongamos el siguiente ejemplo: un escritor deja el enlace de compra de su libro en su blog personal, twittea acerca de él y lo comparte por Facebook. Al final del día, descubre que ha vendido cinco libros.

Pero, ¿de dónde vienen las ventas? ¿Qué es lo que ha surtido efecto y lo que no? Con links acortados como los de Hootsuite (esos que empiezan por ow.ly) podemos saber cuántas personas han hecho click en el enlace, incluso con SmartURL podemos saber desde qué país lo han hecho, por ejemplo. Tenemos mucha información a nuestra disposición, pero a la hora de la verdad, no sabemos quién nos compra. Sería ideal conocer el comportamiento de aquellos que visitan la página de nuestro libro (cuántos se descargan una muestra, cuántos compran de todos los que visitan la página y muchos más interrogantes), pero por ahora tenemos que intentar entender ese comportamiento con la información de la que disponemos.

Por eso recomiendo los enlaces de afiliados. Los enlaces de afiliados no sólo cuentan cuántas veces se ha hecho click en el enlace, sino cuántas veces se ha comprado gracias al mismo. Es decir, ahora podemos hacer lo siguiente:

a) Poner un enlace acortado distinto en cada plataforma para saber cuántos hacen click en cada plataforma. Por ejemplo, en un día 20 personas han visitado nuestro link a través de Twitter, 15 a través de Facebook y 10 a través de nuestro blog.

b) Ese enlace acortado será un link afiliado. Al final del día, nos dirá que ha habido 45 clicks en nuestro enlace. Y lo mejor de todo es que podremos saber cuántas veces han comprado los que lo han hecho, por ejemplo, dos compras.

Por ejemplo, Amazon tiene su propia plataforma de afiliados. Después de registrarnos, podemos buscar nuestro libro y copiar la url específica con la que podremos conocer esta información. Además, nos llevaremos un pequeño porcentaje de la compra.

Gracias a estos análisis, es muy interesante saber que los esfuerzos en redes sociales, sobre todo la saturación, no significan más ventas. El día en que se es más activo no es el día en que más se vende, aunque muchos piensen lo contrario. Y para el que piense lo contrario, me gustará escuchar su experiencia 😉

¿Qué pensáis vosotros? ¿Creéis que puede ser útil conocer estos datos? ¿O es sólo pura estadística que no ayuda en nada? Yo lo confieso: soy admiradora de la analítica web 😉