Hoy en día nos vemos sobrepasados por la oferta de libros que tenemos a nuestro alcance. Ya no sólo los títulos que pueden llamar nuestra atención en una librería o una biblioteca, sino que también las nuevas tecnologías han hecho posible que la oferta sea aún mayor en Internet.

Tenemos un montón de candidatos para ocupar nuestras horas de lectura, pero nuestro tiempo sigue siendo limitado. ¿Cuál escoger, entonces?

Por ello, cualquier intento por diferenciar a tu novela del resto debe ser estudiado con atención, puesto que cuanto más se distinga de los cientos de libros ante los que los lectores se topan, más posibilidades de éxito tendrá.

Uno de los aspectos imprescindibles es la portada de la novela, incluso en los libros electrónicos. ¿Por qué?

1. Son el espejo del alma del libro. Sin la portada, sólo tenemos el título y la sinopsis. En mi caso particular, no me molesto en leer la sinopsis de un libro cuya portada sea fea o poco profesional.

2. Denota calidad. Un libro tiene que estar cuidado al detalle. Si la portada está bien diseñada, inconscientemente pensamos que el equipo detrás de su confección se ha tomado la molestia de vendernos el mejor producto posible. Si es una portada poco profesional, pensaremos que el contenido lo será también.

3. Puede reflejar el ambiente del libro. Dicen que una imagen vale más que mil palabras. En este caso, la portada nos puede dar una idea de si el libro será divertido, filosófico, controvertido…

4. Destaca tu novela y la diferencia de la competencia. Cuanto más llamativa sea, más posibilidades habrá de que se diferencia de la cantidad de libros que hay disponibles.

De hecho, los autopublicados que deciden contratar a un profesional para diseñar sus portadas ganan un 18% más de royalties. (Estudio de Taleist).

Y vosotros, ¿creéis que la portada es importante? ¿Influye en vuestras decisiones de compra?

Fuente: Scarlett Ruggers