Cuando pensé en el nombre de este blog, «Diario de una escritora» recibí un comentario que me llamó mucho la atención. Era mi hermano que, con una ceja arqueada, me dijo «Tú no eres escritora».

Me quedé perpleja e intenté explicarle (como él muy bien sabe) que llevo desde bien pequeña escribiendo y que, a mi parecer, el no haber publicado una obra profesionalmente y no ganar dinero de ello le quita el mérito. Todos los apasionados de las letras lo hacemos por la satisfacción que da acabar tu primera obra, y, aunque anhelamos poder tenerla un día en las estanterías de las principales librerías, no escribimos por eso.

La RAE define la palabra «escritor» de la siguiente manera:

escritor, ra.

(Del lat. scriptor, -ōris).

1. m. y f. Persona que escribe.

2. m. y f. Autor de obras escritas o impresas.

3. m. y f. Persona que escribe al dictado.

4. m. y f. ant. Persona que tiene el cargo de redactar la correspondencia de alguien.

En ningún momento se sugiere que para ser escritor se ha de sacar una ventaja económica de ello. El punto dos lo aclara: «autor de obras escritas», como muchos de nosotros somos, aunque no hayan visto la luz.

El debate está servido. ¿Qué pensáis vosotros? ¿Quién puede denominarse escritor? ¿Hace falta ser profesional para poder ser calificado de esa manera?